Hoy llevo 3 meses sin encender un cigarrillo y había intentado dejarlo con parches, chicles, incluso terapia, y nada me funcionaba.
Con No-cotina fue distinto. Desde la primera semana noté menos ansiedad y el deseo de fumar se fue reduciendo.

Siempre fumaba después de comer y al manejar, era automático.
Con No-cotina empecé a notar que ya no lo necesitaba, las gotas me calmaban y sentía una sensación de bienestar increíble.
Ahora respiro mejor, duermo mejor y hasta el olor del cigarrillo me desagrada.

Me daba miedo dejar de fumar porque siempre terminaba volviendo, pero con No-cotina fue un proceso más suave, sin irritabilidad ni insomnio.
Lo usé tres veces al día y poco a poco el cuerpo dejó de pedirme nicotina.
Ahora me siento liviana, con energía y sin ese olor que tanto me perseguía